jueves, 15 de julio de 2010

Rosa de los vientos (A Kibo y Marta, fanales de mi noche.)

Alejaos a las doce para que no os pueda recordar hoy,

violada por las promesas de decadencia privilegiada

musitaré vuestros escombros entre la tramontana,

los míos desde el ostro

espasmódicamente

penetrarán en el olvido

donde durante nueve meses se formarán en alivio.

Ni abriré la boca ni separaré los muslos hasta que necesitéis el aire

y entre poros, oídos, narices, también recto y lagrimales

vacíen la luna de reflejo

que con fuerza de poniente despuntará las cicatrices de mis entrañas

en un alba

que levante apática otro treinta de marzo.