martes, 11 de junio de 2013

Portrait af heimili


Creo re-cordar  (y) abrir una puerta,
– un piso consensuado.
Venías del otro lado, al menos, eso creía
recordar
                               suelo
ninguno en el que no estés al otro extremo.
Con miedo a saltar por falta de brazos
fuiste paso a paso hacia la multitud embriagada.

Yo te vi pasar,
y cuerda entonces,
te olí deslizar entre ginebra y rodajas de pepino un algo de tónica.
Mientras tanto,
en medio, creo, todo, recordar.
Al cabo de unas gotas,
siempre en el mismo lado desde el nuestro y al otro de los reflejos,
quisiste atrapar mi luz, creo recordar, tuya entonces,
y quedé al otro lado,
siempre del otro.

En ese otro lado ni te miro, ni te siento:
tengo el océano de superficie y pilares de artificio;
tú,

…la cámara cordada al cuello.