viernes, 31 de diciembre de 2010

Sí, es por la imposibilidad de fusión

que clavo mi frente en tu vientre

e intento lanzar al viento fricciones de socorro.

- ¡Que todo calle! –

Y a mi rescate acuden sirenas sin voz,

aleteando para moverte sin conseguir acercarte.


Paso atrás,

donde el área se bebe el carboncillo en los lindares,

para poder seguir serpenteando

hacia el Sur: cuando te empiece a ver…

- ¡Que todo calle!-


Cuando te empiece a ver espero reconocerte

entre la sábanas de lino entumecida por las mareas

en tus ojos marrones

y seguir pudiendo deslizarte el párpado por mis gorduras.

-¡Que todo calle!-


…Desentelaré tus manos en su base nodriza

tú reirás (yo río contigo)…


Cuando te empiece a ver será ayer y hoy,

cuando me empiece a ver será hoy y mañana.

¡Shhhhhhhhhhhhhh! -¡Que todo calle!-