Sí, es por la imposibilidad de fusión
que clavo mi frente en tu vientre
e intento lanzar al viento fricciones de socorro.
- ¡Que todo calle! –
Y a mi rescate acuden sirenas sin voz,
aleteando para moverte sin conseguir acercarte.
Paso atrás,
donde el área se bebe el carboncillo en los lindares,
para poder seguir serpenteando
hacia el Sur: cuando te empiece a ver…
- ¡Que todo calle!-
Cuando te empiece a ver espero reconocerte
entre la sábanas de lino entumecida por las mareas
en tus ojos marrones
y seguir pudiendo deslizarte el párpado por mis gorduras.
-¡Que todo calle!-
…Desentelaré tus manos en su base nodriza
tú reirás (yo río contigo)…
Cuando te empiece a ver será ayer y hoy,
cuando me empiece a ver será hoy y mañana.
¡Shhhhhhhhhhhhhh! -¡Que todo calle!-
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