Leyendo la historia trazada por los agudos,
creemos ángulos
obtusos,
y al final del suspiro
–justo porque lo hay-
si el Autor quiere,
-justo, porque lo quiere-
alguien se dibuja en el reflejo,
entre cinco deditos aupados tras el baño caliente de nanas
(Al margen de los vértices,
la caída;
entre ellos,
la ascensión.
Pero no hay vida
por encima
del agua
más allá
de en la Tierra●