De tanto procurar se me pasará la vida
Presencia, luego esencia.
Estás estancada para mi vana gloria
Ni siquiera te acepto, me añoro.
De todo lo que compartías te devolvía tu mitad,
De los llantos, de las risas, de las bromas y de la riñas.
Todos miran hacia delante. Intentando reconocer a Eurídice
yo no atravieso el umbral.
Fuimos amantes, hoy ni siquiera somos capaces de gritar.
Soy pedazos de vosotros, y mis pedazos ya no los conserváis.
De tanto procurar se me pasará la vida.